No está mal el producto, está bien logrado. La marca es uno de esos tantos intentos que se han hecho por imitar la calidad y el sabor del ron cubano, sobre todo en la Republica Dominicana. El nombre evidentemente está diseñado a posta, para hacer referencia en el subconsciente del bebedor a la calidad del producto cubano, estrategia esta muy usada por todos aquellos que intentan servirse del prestigio de la industria ronera cubana para potenciar el nombre de sus productos. La mención también de que puede estar diseñada o fabricado por “maestros roneros cubanos” es falsa, por cuanto ningún maestro ronero cubano trabaja para la firma, ni ha abandonado Cuba en los últimos tiempos. Una vez más, se trata del intento de apropiarse de un prestigio y un nombre que inducen a pensar en calidad a la hora de hablar de un producto.